jueves, 29 de noviembre de 2012

Madrid, Madrid.

Vamos como ovejas al matadero. Como ovejas, porque vamos forrados de lana para combatir los fríos de la meseta, y al matadero, porque es allí donde se celebra finalmente el EXPOCÓMIC de ese año. Pero el símil es bueno.

Proyecto debajo del brazo, ilusiones en la mochila y ojitos de cordero degollado, a ver si algún editor se apiada de nosotros y nos ofrece su confianza.

Los dibujos de Sonia Moruno merecen la oportunidad de salir a la luz pública, de verse en los stands del próximo EXPOCÓMIC, y ella merece verse firmando ejemplares a troche y moche. ¿Quién decide eso? Un editor, dos editores, tres editores... Bueno, al menos yo confío en que ella llegue a estar donde le corresponde.



Por mi parte, no me puedo quejar. No todos tienen la oportunidad de haber visto sus guiones en viñetas gracias a Luis O'Connor, Sergio Mora, Carlos Hernández, ªRU-MOR, Ernesto Lovera, Sonia Moruno, y todos los que vengan, que serán bien recibidos.

Prometo contaros lo que pase. Algo pasará. El documento que tengo en mis manos y que pronto verá algún editor, a mí me complace. Me llena. Estoy orgulloso de él. Creo que Sonia ha dado todo lo que tenía que dar, y yo he hecho mi parte. Ahora toca intentarlo, luchar, no desesperarse, y escuchar muchas puertas que se cierran, esperando sorprendernos con el crujir de una pequeña ventana que se abra.

Si no es Madrid, será otro lugar. Si no es este proyecto, será en alguno mejor. Pero ese momento llegará. Deseadnos suerte.

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